El distrito de Catacaos es uno de los ocho distritos de la provincia de Piura, se encuentra a tan solo 12 km de la ciudad de Piura. Es famosa por su artesanía, gastronomía y chicha de jora. Es un pueblo predominantemente agrícola y artesano, ya que está rodeado de uno de los valles más fértiles de la región Grau, cuya producción de algodón, de gran calidad por su textura y largas fibras, es sumamente cotizado tanto en el Perú como en el extranjero.
Etimológicamente hablando la palabra Catacaos deriva de las voces moches "catac" (grano) y "caos" (exuberante). Esta zona fue poblada por los Tallanes, quienes luego de instalarse y dirigidos por Mecnau y luego por Nariwalac se organizaron y formaron la nación Tallán (Tacllán por el uso de la taclla, herramienta de trabajo agrícola). Su dios fue Walac y en su honor edificaron un enorme santuario, que actualmente se encuentra en restauración (Templo Narihualá). Posteriormente fueron invadidos por Mochicas y Chimús. Durante la colonia, Catacaos fue 'Encomienda de indios', recibiendo el nombre de San Juan de Catacaos. Durante el proceso de emancipación del Perú, aportó muchos contingentes para la liberación.
Llegar a esta ciudad es bastante facil, se puede tomar uno de los tantos vehículos que hacen servicio de transporte de pasajeros entre las ciudades de Piura y Catacaos; después de un recorrido de aproximadamente 15 minutos por una campiña llana y verde se ingresa al poblado, en donde encontrará restaurantes típicos de comida local, muy bien preparada y de un sabor muy agradable. Se puede señalar que Catacaos es conocida por sus comidas y picanterías (restaurantes locales), que son puntos obligados de los lugareños y de todo buen visitante de estas hermosas y soleadas tierras.
Destacan entre sus platos más reconocidos: el cebiche y pueden ser de mero, cabrilla o cachema, acompañado de una buena "trama" (camote, yuca o zarandaja); también la "malarrabia" (plato preparado con plátano sancochado y cocinado en agua, acompañado de quesos y aceitunas); "seco de chabelo", que es plátano cocido y molido con carne seca y aderezo, y por supuesto la famosa "chicha de jora", bebida fermentada de un tipo de maíz especial, preparada según técnicas muy antiguas: hierven la jora con sus ingredientes, luego es envasada en vasijas de barro cocido, selladas y enterradas para su fermentación en las cálidas arenas de Catacaos, dependiendo el tiempo para su grado de fermentación, y se toma en cántaros llamados "poto" o "cojudito". Las picanterías estilan poner una bandera blanca en la puerta; cuando está a media asta quiere decir que la chicha aún está fermentando, y cuando está al tope quiere decir que la chicha es fuerte.
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