Según las referencias históricas de la conquista Inca del Valle de Chincha, esta se llevo a cabo de manera pacífica y fue Túpac Inca Yupanqui, quien habría llevado a cabo la anexión: "... en Chincha estaban aguardando si el Inca iba a su valle, puestos mas de treinta mil hombres a punto de guerra, y esperaban favores de los vecinos. Túpac Inca, como lo supo, les envió mensajeros con grandes presentes para los señores y para los capitanes y principales, diciendo a los embajadores que de su parte les hiciesen grandes ofrecimientos y que él no quería guerra con ellos, sino paz y hermandad y otras cosas de esta suerte. Los de Chincha oyeron lo que el Inca decía y recibiéronle sus presentes y fueron para él algunos principales.
... con los que había en el valle y hablaron con él y trataron amistad, de tal manera que se asentó la paz y los de Chincha dejaron las armas y recibieron a Túpac Inca ...". Pedro Cieza de León, El Señorio de los Incas.
Con la ocupación Inca del valle, se hiciron grandes construcciones para la administración y residencia de los principales cusqueños. La mas grande de las construcciones en "La Centinela" se hizo en este sector, a un lado del edificion mayor y templo de los chinchanos. El gran complejo constructivo Inca, consta de una gran entrada que mira hacia el mar y se encuentra decorada con hornacinas, este gran acceso comunica hacia las plazas auxiliares y principales del Palacio.
Hacia el lado sur, existe una gran plaza, que posiblemente fue el punto de concentracion de la poblacion en las ceremonias religiosas, que eran presididas desde la terraza del palacio principal. La mayoria de muros al interior del edificio presentan restos de pinturas de color blanco.
En las excavaciones de los años 80, queda testimonio del hallazgo de restos de muros pintados de varios colores y decorados con figuras de aves.
El estado de conservación de las estructuras en esta área es lamentable debido a la humedad, el salitre y el vandalismo de los malos visitantes.
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