Los primeros geoglifos los descubrió Julio C. Tello junto con Alfred Kroeber y Toribio Mejía en 1926, cerca del poblado de Cantalloq. Ellos no les dieron mayor importancia. Solo figura un furtivo artículo escrito por Toribio Mejía en 1942.
El primer hallazgo científico de los geoglifos fue en 1941, con los trabajos de Paul Kosok en las Pampas de San Ignacio y Llipata en Palpa. Luego lo siguieron María Reiche y Hans Horkheimer. Kosok hizo el primer recorrido a pie por las mesetas y quebradas al sur de Llipata y fue allí donde descubrió la primera figura que marcó la puesta del Sol, el 22 de junio de 1941, día del solsticio de invierno. El suceso fue el inicio para que se planteara la hipótesis de la función astronómica de los geoglifos. Pero con las nuevas investigaciones, la idea se desvaneció.
La matemática María Reiche viajó por primera vez a Nasca y encontró otras líneas marcando la puesta del sol el 21 de diciembre de 1941, día del solsticio de verano.Hans Horkheimer recorrió las Pampas de San Ignacio y Llipata en 1946 y encontró la misma combinación de líneas, figuras y trapecios reportada por Kosok y publicó los primeros croquis y fotos en 1947. Además registró varios geoglifos en otras regiones de la cuenca del Río Grande de Palpa y Nasca.
En los años posteriores María Reiche realizó muchos recorridos a pie por las mismas pampas, después de haber estudiado detalladamente las fotos aéreas del Servicio Aerofotográfico Nacional (SAN). Aunque no hay ningún informe científico sobre estos trabajos, en los primeros artículos de Reiche se menciona varios geoglifos importantes y uno muy grande que encontró en la meseta de San Ignacio. Fue el más largo que conoció. También hizo referencia a varias figuras antropomorfas que vio en las laderas de las mesetas y sobre la figura de un pelícano, la más grande de la Pampa de San Ignacio.
Sin embargo, a pesar de que las primeras líneas que encontró fueron en Palpa, nunca publicó un mapa de los figuras de las Pampas de San Ignacio y Llipata, como los que elaboró para la Pampa de Nasca. La única referencia en esos planos, son algunos de los geoglifos más grandes, señalados en un mapa sinóptico de toda la cuenca.
Las fotos del SAN y otras tomas aéreas de algunos dibujos importantes de las Pampas de San Ignacio y Llipata se publicaron a comienzos del 2000 junto con otras imágenes inéditas en la región. Pero para el arqueólogo peruano Johny Isla, la gran parte del material tiene una ubicación equivocada, originada en la falta de un mapeo sistemático de los geoglifos. En cambio, él sí utilizó, junto con su colega alemán Markus Reindel, la moderna tecnología fotogramétrica, que les ha permitido crear un viaje virtual de sobrevuelo por todas las Líneas de Palpa.
La fotogrametría aplicada por el Proyecto Arqueológico Palpa abarca la Cresta de Sacramento, el Cerro Carapo, las Pampas de San Ignacio y Llipata. Es la primera base de datos que ha registrado científicamente, una por una, esas líneas que han llamado la atención de curiosidad del mundo.
Tomado de: http://wiki.sumaqperu.com/es/L%C3%ADneas_de_Palpa
Nota Aclarativa: Las imagenes de los geoglifos han sido ubicados haciendo uso de Google Earth, cabe la posibilidad de error en cuanto a las figuras.
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