En la actualidad la Huacachina luce un poco descuidada. Hasta las aguas de la laguna han descendido unos 50 centímetros de su nivel original, a la vez que han perdido bastante su verdor. Pero por su cercanía a la ciudad, su fácil acceso y toda la infraestructura con la que cuenta, sigue siendo un punto de paso obligado para los viajeros y turistas que visitan la ciudad de Ica. Especialmente para los más jóvenes, quienes han descubierto que las dunas y médanos que rodean al Oasis de América, como llaman los iqueños a la Huacachina, son un excelente lugar para la práctica de deportes de aventura como el sandboard (tabla de arena) y el motocross.
Su malecon parece sacado de una novela romantica, esto motiva a las parejas de enamorados a recorrerlo por sus ambas laderas y jurarse amor eterno con la complicidad de la Huacachina.
© Copyright 2005 Gualberto Valderrama C.