El mercado San Sebastián tiene más de 50 años de funcionamiento. Alberga en sus ya viejas paredes de adobe y techos de calamina, a más de 80 comerciantes formales, y a un número superior de vendedores informales.
El mercado San Sebastián no sólo ciñe su concepto al viejo edificio y a los comerciantes, sino al comercio que se desarrolla en sus alrededores.
En la entrada principal, en avenida Los Héroes, y en la salida, jirón Silva Santisteban, se han constituido mercadillos informales donde se vende desde focos y barretas, hasta caballas saladas y chochos al paso.
El frontis de este mercado más asemeja un estacionamiento al paso de decenas de mototaxis, taxis y triciclos. Además, a la entrada del mercado se han instalado señoras que venden toda clase de frutas. En cantidades bastante considerables, como un obstáculo para el libre tránsito. También se ubican, en el frontis de este mercado, un número considerable de vendedoras de jugos, de discos piratas, de cebiche con pescado frito, de artículos ferreteros, de cebollas y tomates.
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