A la altura del kilometro 291.6 (aproximadamente) de la Panamericana Norte, se encuentra el desvio, con direccion hacia el oeste, que conduce hacia Punta Lobos o Punta Lobitos, en esta zona la Compañía Minera Antamina S.A. inauguró las instalaciones del puerto “Punta Lobitos”, diseñado para filtrar los concentrados de cobre y zinc provenientes de la Concentradora ubicada en Yanacancha, y así exportar el mineral a los diferentes puertos de desembarque de los compradores. El terminal cuenta con instalaciones costeras y marinas para recibir, filtrar y almacenar los concentrados, así como un muelle de 271 metros de largo que soporta la faja transportadora hermética utilizada en los embarques.
Al ser un puerto privado no se permite el ingreso, no se puede filmar, ni tomar fotos.
MASACRE EN PUNTA LOBOS: MORIR EN PUNTA LOBOS
Cerca de 200 cuerpos encontrados en Huarmey son el mudo testimonio del sacrificio humano más grande de la época precolombina. Aprende aquí parte de la historia.
Atardece. Ya todos los pescadores retornan con sus redes repletas de peces que reciben sus hermanas, madres y esposas. Ellas los esperan en la costa con una mezcla de tristeza y sorpresa, pues saben bien lo que sucederá con sus seres queridos cuando el último rayo de sol brille sobre la playa. Aguardan en la costa el sumo sacerdote, rodeado de un reducido séquito de novicios, y los soldados, con estandartes del gran emperador Chimú: uno por uno van separando a los "hombres del mar", escogiéndolos según su edad, tamaño y contextura.
Breves sorbos de chicha alternan a los rezos; los pescadores, sometidos a la voluntad del mar - el dios Ni -, son atados de pies y manos para no interrumpir la ceremonia con algún intento de fuga. Las mujeres ven la enorme caravana de pescadores semidesnudos y enmarrocados dirigirse hacia la zona de sacrificio donde serán degollados. En el horizonte, el sol ya se oculta.
EL DESCUBRIMIENTO
Pasaron más de 600 años y, en 1997, la empresa minera Antamina tenía en proyecto la construcción de un puerto de embarque en la playa Punta Lobitos, en Huarmey. Las labores fueron detenidas cuando se identificó un sitio arqueológico en una zona contigua a la obra. Así, con la aprobación del Instituto Nacional de Cultura (INC), el Proyecto Arqueológico Punta Lobos se inició en enero de 1998.
En un principio se pensó que el lugar era un cementerio de una comunidad de pescadores. Pero los cuerpos hallados, que fueron aumentando hasta sumar 107 en un sector de la playa, parecían estar casi intactos y todo apuntaba a un gran sacrificio. Más aún si junto a ellos se encontraron restos de llamas.
"En otro sector de la playa y a escasos metros del área de sacrificios, registramos un grupo de ofrendas: grandes vasijas y ollas de barro, platos y jarras hechas de mates, los cuales contenían alimentos, una red y pesas de pesca con huellas de uso, entre otros objetos", cuenta el director del proyecto, Héctor Walde.
"Es la primera vez que un sacrificio humano en gran escala está tan bien documentado. Sabíamos que esas ceremonias ocurrían, pero nunca conseguimos pruebas tan claras", añade. "Hasta ahora".
EL DOCUMENTAL
Aunque poco difundida, la noticia no fue ignorada en el mundo. Y cuando la productora Meredith Fisher, de la realizadora neoyorquina Engel Brothers Media, leyó un artículo sobre el descubrimiento, entendió que había buen material para hacer un documental. Y así comenzó a rodar el proyecto, que recayó en la directora Amy Bucher.
"Lo que más me impactó fue el número de víctimas, pocas veces visto en hallazgos de esta naturaleza. Quería saber qué opinarían los médicos forenses, ¿podrían decirnos cómo habían muerto todas estas personas? ¿Podrían los especialistas decirnos qué es lo que pasó aquí?", cuenta Bucher.
"Es impresionante mirarle la cara a alguien que vivió hace cientos de años, hace que el pasado sea mucho más real", ensaya Bucher, cuando le pedimos que nos explique por qué las momias atraen tanto al público. "Muchas veces se les puede ver la expresión de su rostro, el pelo, las uñas, su piel. Y verlas así, tan bien conservadas a pesar de tanto tiempo pasado, fascina a la gente".
A través de National Geographic se viene presentando el documental de Bucher sobre el descubrimiento de Punta Lobos, uno de los hallazgos más importantes de los últimos tiempos y que podría ser clave para entender un momento hasta ahora poco estudiado de nuestra historia.
SACRIFICIO CHIMÚ
"Hacia el siglo XIV, bajo el reinado de Minchancaman, el Imperio Chimú sacrificó 200 pescadores en una gran ceremonia para Ni, el dios supremo del mar. Los pescadores semidesnudos, atados y con los ojos cubiertos, caminaron hasta la orilla de la playa, frente a las olas. Uno a uno, fueron puestos de rodillas, mientras que el oficiante introducía con firmeza el cuchillo por encima de la clavícula derecha, buscando las arterias, hasta lograr la muerte del individuo", explica el arqueólogo Héctor Walde, quien añade que se trata del primer sacrificio Chimú que se ha encontrado.
"Los sacrificados eran en su mayoría varones entre 18 y 35 años, con excepción de dos jóvenes menores de 15 y algunos adultos mayores de 45 años. Todos ellos se dedicaban a las labores de pesca y recolección", complementa el descubridor, precisando que los restos fueron entregados al Museo de Sitio de Sechín en Casma.
VECINOS Y ENEMIGOS
Los Chimú se desarrollaron durante el Intermedio Tardío (900-1400) en la misma zona donde siglos antes lo hicieron los Mochica. Con su núcleo en Chán-Chán, muy cerca de Trujillo, los Chimú se llegaron a expandir por el norte hasta Tumbes y hasta Huarmey por el sur.
Pese a que en el valle no se han realizado los estudios necesarios para darnos una idea cabal de la estructura, costumbres e idioma de las poblaciones preincaicas en la zona, se sabe que en Huarmey florecieron pequeños grupos dedicados a la pesca y la recolección.
No pasarían muchos años desde el sacrificio masivo de Huarmey hasta la irrupción de los incas en el territorio de los Chimú, que fueron sometidos hacia 1470 por Túpac Yupanqui.
EL PUEBLO LO HIZO
Las grabaciones, realizadas en 2003, fueron una experiencia extraordinaria no sólo para los realizadores, sino también para los 70 pobladores de Huarmey que aceptaron de muy buen grado la propuesta de la documentalista Amy Bucher de recrear el momento de los sacrificios, empleando incluso reproducciones muy cercanas al vestuario original que usaron los antiguos pobladores de la zona. Las escenas, grabadas con gran realismo, no necesitaron de una iluminación especial, pues el director de fotografía, Larry Engel, usó enteramente luz natural.
Realizar allí el programa demandó trasladar cerca de 30 piezas de equipaje que contenían cámaras digitales de formato profesional, equipos de fotografía digital, cientos de metros de cable, equipos de sonido, micrófonos y consola de mezcla, todo material de última tecnología, que fue empleado en el documental, coordinado localmente por la productora Bibiana Melzi.
No es la primera vez que Melzi trabaja con el equipo de Bucher, junto a quien ha realizado otros proyectos para National Geographic y Discovery Channel, como los dedicados a las culturas Chachapoya y Chiribaya. El equipo de Engel Brothers ya planea un nuevo proyecto sobre las momias de Paracas que atesora el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia de Pueblo Libre.
MUSEO EN MARCHA
En la actualidad, las osamentas, vasijas y otras ofrendas descubiertas están en el Museo de Sitio de Sechín, en Casma, mientras se completa el desarrollo del proyecto Punta Lobos, que contempla la construcción de un museo de sitio -similar al que hay en Túcume- en Huarmey.
El proyecto viene siendo financiado por la minera Antamina a través de la Asociación Ancash. "Esperamos que el nuevo museo cumpla labores de investigación y exhibición permanente a la comunidad y a los visitantes de los restos hallados, conviertiéndose en un polo de desarrollo turístico y cultural de la zona", explica Gonzalo Quijandría, gerente de Comunicación Corporativa de Antamina.
Fuente: http://huarmey.8m.com/masacre/masacre.html
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