Como todo pueblo de las serranias, Santa Cruz de Andamarca tiene en la agricultura una de sus principales actividades económicas, destacan en esta el cultivo de la papa "chata", las habas, el maíz, forraje, etc.
Esta actividad se ha visto favorecida con el paso de los años, gracias a la vision de un grupo de personas que alla por el año 1928 decidieron construir una canal de agua, dejandola como herencia para las nuevas generaciones.
El alma del pueblo es invadida por una nueva mística, al parecer es el año de un nuevo destino. Comienza la toma de decisión. Son elegidas como autoridades el señor JUAN MORENO como apoderado y el señor MAURO HIGIDIO como síndico. En asambleas memorables de los primeros días del mes de enero en un cabildo, dejan constancia, especialmente en sus libros de actas un acuerdo por unanimidad: Aperturar una brecha de una acequia por un lugar aun no precisado. Tremenda responsabilidad que les toco vivir a las autoridades de aquel entonces, pero ello al ver la fe y la decisión de sus comuneros, como verdaderos lideres de su pueblo, los conducen por el camino de la acción. Y en una memorable asamblea del 22 de febrero de 1928 acuerdan dar inicio al trabajo, el lunes 2 de abril del mismo año en forma trimestral, aportando cada comunero una semana de trabajo por cada fecha.
Es así que se decide trazar una acequia desde el lugar denominado HUINCUSHCANCHA, en las alturas del rió del pueblo de Baños. Todos conocían lo agreste del terreno, casi imposible de realizar un trabajo de esa magnitud; pero en el semblante de los ciudadanos estaba expresada la fuerza de la mística de fe, que no conocían el temor y el desaliento. El drama los unió mas, no conocían la mezquindad; y es así que llega el amanecer de un domingo 1 de abril de 1928. con luz clara y centellante la nube gris del invierno desaparecía dejando, paso a un cielo azul, anuncio del verano. Para entonces las aguas de las lluvias-Bendición del cielo,- dejaban nuestro campo con un verdor que parecía pintado por pinceladas celestiales que nos recordaba que lo ultimo que muere en el hombre es la esperanza. Se escucha el trinar de las aves, ha pasado lo peor. Los niños, ancianos y el pueblo y en general vuelven a sonreír. Los animales rebosantes de salud por la abundancia de pastos. ¡Pero cuidado!, esto es fugaz. Volverán los días negros de sequía, hambre y muerte...
Así, llega el 6 de mayo de 1928, es el primer domingo del mes.
Muy de mañana, con los primeros rayos de luz, se escucha el repique de campana del pueblo y todos acuden al llamado del cabildo. Abierta la sesión ingresan al debate sobre la construcción de la acequia para traer aguas de las alturas, se analizan los pro y los contras, finalmente llegan a la decisión de hacer un trazo desde CHUCHURAQUINA, pasando por HUARMIPUQUIO, CUSHUROCOCHA, CARNIJARCANA y TOCANCA; para lo cual se nombra una comisión. Lunes 7 muy de madrugada, salen para cumplir tal cometido y dado lo agreste de la ruta propuesta, se extravían más o menos a la altura de HUARMIPUQUIO. Fatalmente fracasa este esfuerzo, se pierde una batalla contra la naturaleza; pero no así la guerra.
Ya estábamos en camino de nuestra gesta historia, nada ni nadie podrían detener a este puñado de hombres que conformaban la comunidad de campesinos del pueblo de Santa Cruz. Nuevamente vislumbraban la idea de cambiar de ruta en el trazo de la acequia y por fin se concluye con la ruta de HUANTUSH, CARNIJARCANA, TOGRO, HUACAY, LAGUASPAMPA, CAYAMACHAY, UCRAY, RANYAJ, HUAMACHURCO, MACON, TOCANCA. Hasta nuestro pueblo. Para tal fin se acuerda contar con el asesoramiento de un especialista y se nombra la comisión que contrata los servicios del ingeniero MONGE, que trabajaba en las minas de ÑUVER y CIA ( hoy SANTANDER), la comisión nombrada cumple así su función y regresan al pueblo con la nueva, alegres y contentos. Después de rendir su informe respectivo, esperan la llegada del ingeniero, que había aceptado tal reto.
Nuevamente la población, se reúne y comenta, se alimenta y tonifica espiritualmente, ven con otros ojos el futuro y así pasan los días... el ingeniero no se hace presente. Por fin, los últimos días del mes de junio se presenta el mencionado señor y el pueblo lo recibe con algarabía, nuevamente la fe y la esperanza resurge aguerridamente, vuelven a respirar tranquilo; porque ahora ya se tiene la decisión definitiva, nuestro pueblo da un paso adelante.
Al día siguiente de la llegada del profesional, muy de mañana parten con rumbo a CARNIJARCANA, toda la comunidad con deseos reconocer cual seria la tarea que había de tocarles. En la mañana del jueves 28 de Junio de 1928 se comienza el trazo desde las tierras gélidas que se encuentra al pie de las nevadas Arpi y León Cocha culminando en el lugar de TOCANCA.
Después de terminado el trazo esperaron en TOCANCA a que llegaran todos los que estaban algo retrasados. Minutos después escuchan las instrucciones que imparte el ingeniero y les informa del enorme trabajo que les espera. Nuestros comuneros escucharon mudos y absortos, no musitan ni una palabra, reina el silencio; mas parecen almas de la otra vida. Mas se notaba la vida por los suspiros que de rato en rato dejaban escapar nuestros comuneros, confundidos por la responsabilidad historia que les tocaba vivir. Otros, lentamente, volvían la mirada para observar la ruta del trazo de la acequia y solo se encontraban enormes peñascos y algunos puntos verdaderamente inaccesibles. Ahora, ¿Cómo hacer el trabajo? ¡Que reto!. Pero en el pensamiento de todos ellos estaba el de seguir adelante, vencer el capricho de la naturaleza. Otros aplacaban su preocupación dando algunas pitadas del cigarrillo marca Nacional y a lo lejos se observaba el humo que se perdía en las nubes y llevándose consigo las penas y angustias de nuestros hermanos comuneros. Así las dudas desaparecían aflorando en ellos la sonrisa de hombres de convicción que iban camino de la conquista de ganar la lucha contra la naturaleza. Esto se vuelve emocionante cuando dentro de los comuneros se escucha una voz estentórea que decía ¡Viva el Pueblo de Santa Cruz!, ¡Viva la construcción de nuestra acequia!, y con frenética pasión se escuchaban los aplausos y nuevamente los vivas y se seguirá escuchando por muchos años mientras que el agua que nos trajeron reverdezca nuestro pueblo, nuestra alma y nuestro corazón.
Ya por la tarde, después de escuchar la recomendación del ingeniero MONGE, todos retornan desde TOCANCA a nuestro pueblo, contentos, alegres y decididos a todo. La tarde avanza y la ruta de retorno al pueblo se alarga. Emprenden el regreso, se agrupan, comentan, dan vivas y de rato en rato se escucha un salud; salen a relucir los cuartos de ron y los calientitos, preparados para las grandes ocasiones como esta. Entre brindis y brindis se escuchaban melodías de algunas canciones cuyas letras y notas se atribuyen a Don Asunción Torres, diciendo:
LINDA CRUCINITA
I
Siempre te canto crucinita,
al pasar por el puente,
siempre te veo lavando,
en esas agua turbulentas.
II
Mañana será otro día
ya no te veré lavando,
pero seguiré cantando
a ti linda crucinita
ESTRIBILLO
Ayayay... crucinita
rosa de mayo eres.
que bonita flor
solo por verte
la vida tendré.
Así cantando con alegría, algunas veces con llanto, ven los sueños de un día, hecho realidad. Así llegan con la brisa de la noche a su pueblo querido. Hospedan en la mejor casa al ingeniero MONGE, los demás se dirigen a sus humildes hogares a dar la noticia a sus familiares. Aun cansados, quedan musitando en las almas de cada uno de ellos, la fe y la dicha de que vendrán días mejores y así lentamente se entregaban a la paz del sueño.
Al día siguiente, nuestras autoridades el señor Juan Moreno y el señor Mauro Higidio, reúnen a todos en el local comunal para hacer la despedida y recibir las ultimas recomendaciones del ingeniero Monge; en aquella ceremonia breve se escuchan palabras de hondo significado por parte de nuestros dirigentes y el pueblo alegre y lleno de jubilo, realiza un despacho al son de Yaravíes y hermosos huaynos; cuyas letras anónimas perduran todavía en el folklore de Santa Cruz. Antes de retornan a sus hogares, acuerdan iniciar la obra un día lunes primero de octubre de 1928.
Al día siguiente, nuestras autoridades el señor Juan Moreno y el señor Mauro Higidio, reúnen a todos en el local comunal para hacer la despedida y recibir las ultimas recomendaciones del ingeniero Monge; en aquella ceremonia breve se escuchan palabras de hondo significado por parte de nuestros dirigentes y el pueblo alegre y lleno de jubilo, realiza un despacho al son de Yaravíes y hermosos huaynos; cuyas letras anónimas perduran todavía en el folklore de Santa Cruz. Antes de retornan a sus hogares, acuerdan iniciar la obra un día lunes primero de octubre de 1928.
Como era de costumbre de todos los años, cada primero de enero se renuevan las autoridades. Es precisamente un día martes primero de enero de 1929, que en una memorable asamblea toman la posta histórica los ilustres ciudadanos: Señor Víctor Espinoza y el señor Ignacio Páez, hombres de elevado espíritu y probada capacidad. El pueblo confiaba en ellos. La administración y la continuación de la obra ya empezada, con fraternidad entusiasmo y voluntad, reinician la excavación de todos los tramos donde no existían peñas; desde TOGRO hasta UCRAY continuando la ruta de HUACAY y CAYAMACHAY.
Es grato recordar a ese grupo de personas que son nuestros mayores, con mucha ternura y admiración, por que ellos colocaron los cimientos de una gran obra que daría vida al pueblo en los años venideros. Porque el sacrificio dejado en el trabajo, a base de dolor, hambre y sed es eterno ejemplo para las nuevas generaciones. Porque en cada tramo de acequia construida, está presente el alma de ellos, que nos reclaman la misma mística, la fuerza, la unidad para conseguir la transformación de nuestro pueblo. Si, ahora volveremos a transitar por aquellos parajes escucharemos el eco de los grandes peñolerias recordándonos en el lenguaje de los dioses y con gran asombro, delirantes miraríamos la epopeya que les toco vivir a nuestros mayores.
Una vez echa las excavaciones de las partes no rocosas surge un gran problema, como continuar la obra en las grandes peñas que se atravesaban en la ruta, desde TOGRO hasta TOCANCA, dado a lo que el accidentado y puntos sin acceso. Para aquel tiempo en que no se contaban con maquinarias y por la poca practica en este tipo de trabajo, acuerdan contratar a un hombre que había dado muestra de conocer dicha materia y tener el valor y la voluntad de ejecutarlos, nos referimos a un ilustre personaje que es el señor MARCOS JACAY, que juntamente con sus dos hijos SAMUEL Y ANTONIO JACAY, ellos como su padre, nobles de gran corazón, aceptan este gran reto, pensando en que mañana mas tarde la acequia, conduciría el líquido vital, cuyas aguas bañarán las tierras sedientas de nuestras sementeras, para reverdecer las plantas y con ello el alma de nuestro pueblo.
Es necesario destacar la conducta de la alta moral en el desempeño del trabajo, de la familia mencionada, puesto que demostraron gran sacrificio y valor. Según cuentan los testigos, trabajaban colgados desafiando la muerte, para penetrar las entrañas de la rocas y volarlas y de esa forma dar paso al hombre que avanza, así palmo a palmo cada día era una prueba de hombría y parece que la muerte de tanto rondar, se retira avergonzado de no poder usar su guadaña ante la grandeza de estos hombres. La historia les recordara como protagonistas de una gesta heroica porque supieron vencer, abriéndose paso, entre los gigantescos peñascos de TOGRO y abrir las entrañas de la tierra, para transformarlas en el túnel grande de CAYAMACHAY.
De igual forma debemos recordar con gran gratitud al señor JUAN CRUZ, por el desempeño de su trabajo. Los mencionados señores hicieron posible, esta sacrificada labor, por la gran perseverancia y abnegación que caracterizaron a los dirigentes del pueblo; como podíamos olvidar a la personalidad y la visión de futuro, que tenia el señor IGNACIO PAEZ y no menos la presencia señera de una capacidad probada de don VICTOR ESPINOZA a quienes les toco vivir una época difícil; pero con nobleza supieron superarlas.
Ni que decir de nuestros comuneros quienes como héroes anónimos, se cundaron con heroísmo la culminación del trabajo por ese año, dejando abierta la excavación hasta cerca de UCRAY.
Así termina el año y el pueblo se apresta a celebrar la Noche Buena el día martes 24 de diciembre. En el ambiente se notaba la convicción de un pueblo que avanzaba, puesto que una asamblea acuerda asignarse tramos de 40 metros o destajos para los varones y 20 metros para las mujeres, para la canalización y el cuidado en el futuro. Posteriormente se asignaron nuevos tramos de 17.5 metros, en forma general por el uso de terrenos en COLLCA de 20 X 20 trazadas. Estos tramos estaban en la parte baja.
Es necesario tener presente que nuestros mayores trabajaban a temperaturas de cero grados y a una altura de 3200 y 4500mts.sobre el nivel del mar, caminando diariamente entre 14 y 20 Kms.
Por las inclemencias del tiempo. Los veteranos se quedaban junto a la obra y los más jóvenes retornaban al pueblo llegando entre las 10 y 12 de la noche y volver al otro día a las 5 a.m. con víveres. Los alimentos eran a base de mazamorra de maíz, trigo, papas, olluco, mashua, pataches y pucheros. Estos hombres sacrificados, tenían una disciplina férrea, un respeto por sus mayores por la autoridad de su pueblo, por si mismo, amaban a Dios por sobre todas las cosas.
Son renovadas las autoridades un miércoles primero de enero de 1930. Son los nuevos hombres que dirigirán el destino del pueblo y de la obra, nos referimos a los señores ISAAC FELIX y VICTOR VARGAS, quienes con abnegación y convicción toman el mandato en la construcción de la acequia. Era fundamental la excavación para el armado de concreto de la base del canal, de las partes rocosas de difícil acceso, por tanto. esta era una nueva prueba que se presentaba, por que en aquellos tiempos el cemento era muy poco conocido y las piedras para la base del canal, habían rodado a gran distancia y no tenían formas rectangulares que se requería para este caso. En fin, mil dificultades, amen de la distancia que se encontraban del pueblo. En estas circunstancias es cuando surge la convicción. La honorable sociedad del DOS DE MAYO con gran espíritu de lucha consciente de estas dificultades naturales envían a sus mejores socios, a quienes nos honramos en nombrarlo:
Señoras:
Rita Casasola
Matiasa Zevallos
Señores:
Juan Páez
Claudio Vásquez
Justo Figueroa
Pantaleón Torres
Roberto Zevallos
Idelfonso Casasola
Daniel Casasola
Existieron otras personas, cuyos datos se desconoce, pero gracias a ellos, que ponen la manos a la obra, se inicia el trabajo de canalización a base de cal arena y piedra (ARGAMASA), piedras sobre piedras son juntadas en puntos de difícil acceso con pundonor y convicción que en el futuro, sus hijos tomaran el agua que hoy les cuesta sudor y sacrificio, dadas las condiciones peligrosas en que trabajaban.
Por la magnitud de la obra y en tiempo requerido para ello, organizan su campamento en Togro, luego planifican la construcción del famoso HORNO DE TOGRO, para quemar la piedra caliza o cal (hoy en día se conoce como oxido de calcio). Es una sustancia blanca, ligera y alcalina, que mezclada con la arena forma la argamasa.
Para el plan del canal, también obtuvieron la cal hidráulica, que tiene la propiedad de endurecerse debajo del agua. El horno demoro seis días en prenderse y así se empezó a producir cal y con la piedra acarreada se fue construyendo el canal en tramos cascajosos hasta cerca a UCRAY.
Cada día, después del trabajo por las tardes, con los últimos rayos de luz, retornaban al campamento de TOGRO y haciendo círculos en torno al horno, cachaban su coquita y entre ellos no faltaba un adivino que preguntaba a la coca, para saber los pormenores del otro día, habían noches heladas, entonces al amparo del calor del horno afloraba alguien con su calientito y en el gran fragor de la conversación, por la emoción que les embargaba, Don DANIEL CASASOLA entonaba la canción denominada EL HORNO DE TOGRO y dice asi.
EL HORNO DE TOGRO
I
Todas las tardes bajo la sombra
de esos peñascos,
sentado al abrigo de este horno
de cal y piedra,
II
Junto con mis compañeros
de trabajo,
lagrimas me van cayendo,
por ti crucinita.
III
Cual palomas mensajeras
vuelan mis recuerdos
para mi linda crucinita
que es flor de mayo y capuli.
ESTRIBILLO
Muy pronto vendré a tu lado
trayendo agüita limpia, cristalina
para que te laves tu carita
del polvo del camino.
Las canciones son manifestaciones del alma, algunas veces de pena y otras de alegría y estas parecen escucharse hoy en día en el susurrar del viento, por las tardes, cuando el astro rey oculta sus rayos. Pero ahí, entre las grandes peñas de TOGRO, se encuentra grabado el eco de aquellas melodías, que hicieron posible esta obra y quedaran también grabadas en el alma de la nueva generación de los hombres de nuestro pueblo, para perennizar la acción heroica de los mayores y guardarles gratitud eterna, porque un día se sacrificaron por nosotros para tener agua en nuestro pueblo.
Asi pasan los días... Cierto domingo que descansaban del trabajo, el Sr. IDELFONSO CASASOLA, comunica a las demás personas que iba a buscar su caballo al lugar denominado HUAMICANCHA, terreno que pertenece a la comunidad de SANTA CATALINA, debiendo retornar a las cuatro de la tarde; cosa que no ocurrió, por la cual el grupo de personas que estaban en el campamento se preocuparon y el suscrito de esta historia, tuvo la oportunidad de estar esos días ayudando en los menesteres y recuerdo que a eso de las nueve de la noche se escucho una voz de auxilio, muy joven –casi un niño- Quede pasmado. De igual forma mis mayores, luego reaccionamos y corrimos a una esquina que daba vista a la parte baja del camino, donde observamos una cueva y un pacche de agua y al señor IDELFONSO, que montado en su caballo negro y cuto, desesperadamente forcejeaba con algo desconocido y el caballo espantado sale a galope y libra a su amo de un ser maligno, que en anteriores oportunidades había pretendido arrastrar a otras personas. Media hora después entre la penumbra de la noche, nos pareció escuchar alaridos de ultratumba y amenazas, todos nos miramos y dimos el alcance a don IDELFONSO, y asi, juntos, retornamos al campamento no sin antes elevar una plegaria al Señor, pedir su protección y gracia; entonces nos pareció escuchar un lamento de dolor de alguna alma en pena o del maligno que se retiraba sin poder hacer nada contra nosotros. En fin, llego un nuevo amanecer. Era lunes. Reiniciamos nuestra jornada, ya habian varios kilómetros de trabajos, nos faltaban otros tantos. Por otra parte, nuestras autoridades, Don ISAAC FELIX y Don VICTOR VARGAS ven la necesidad de represar la LAGUNA DE HUANTUSH, para ello, es necesario abrir una brecha en el peñón, que se encontraba en la salida de la laguna, que impedía el flujo del agua hacia fuera, siendo necesario abrir una roca de 20 metros hacia fuera y 10 metros hacia adentro, desde los puntos designados para levantar el muro de contención, obra que le debemos a la pericia del señor MARCOS JACAY y sus hijos SAMUEL y ANTONIO; hecha la brecha, se inicia las bases del muro de contención, y dirigido por el maestro albañil Sr. RODRÍGUEZ, amigo del pueblo. Asi, con esfuerzo y mucha voluntad, mancomunadamente, bajo una misma idea, empieza a construirse el muro de contención, de tres metros de altura como promedio.
Asi finaliza el año. El pueblo se aprestaba a recibir las Pascuas y el Año Nuevo. Vendrían nuevas autoridades, nuevas acciones pero el ideal y el espíritu de lucha crecería como las sombras del sol poniente, en épocas de verano y transparentes como las aguas que fluyen de nuestros manantiales y hermosas como las neblinas del mes de mayo.
Año Nuevo de 1931. Es un día jueves; se reúnen en asamblea para renovar las autoridades, que velaran por el destino de la comunidad la construcción del canal de la acequia. Se vislumbra un año nuevo, nuevos esfuerzos, nuevos sacrificios, pero un mismo ideal: traer el agua de las alturas de HUANTUSH hasta SANTA CRUZ. Es así como el pueblo deposita la confianza en aquellos personajes, paradigmas del cumplimiento del deber a quienes honramos en nombrarlos: El señor VIRGILIO FIGUEROA y Don CASIMIRO ROMERO, ellos notables ciudadanos, con amor y patriotismo asumen igual que sus antecesores la obra que ha avanzado y con nuevos impulsos conducen a su pueblo a la obra con el lema: “Cumplir el deber”. Era así pues, que la madrugada, los comuneros salían al trabajo desde el pueblo hasta la obra, con un rancho frió, los primeros en coger las herramientas eran estas dignas autoridades, que incentivaron con el ejemplo y así hacen posible la reconstrucción de la base de la acequia desde UCRAY, RANYAJ, UMACHURCOJ y MACON, y la canalización de la acequia desde LAGUASPAMPA hasta CAYAMACHAY, dando un acabado final a los muros de represamiento de la laguna de HUANTUSH.
Se cuenta que el señor Virgilio entonaba algunas canciones nacidas del propio trabajo, en los solitarios parajes de la laguna de LAGUASPAMPA. He aquí una de ellas:
AGUITA DE LAGUASPAMPA
I
En esta noche claro de luna
te pido agüita de laguaspampa
que me acompañes en mi camino
para llevarte a mí pueblo
II
Busco tu surco, busca tu ruta
por el camino polvoriento
mata mi sed, mata mi hambre
agüita pura de laguaspampa
III
Cuando llegue a mi tierra
agüita limpia de laguaspampa
florecerán todas las flores
y a mi crucina, mis amores
ESTRIBILLO
Malaya la piedra liza
en que me resbale
habiendo nacido libre
solito me cautive
Son las canciones que trasuntan el alma del hombre mitigando su dolor. Ellos se entendieron que el adagio que, el pueblo que canta, pueblo que triunfa.
Cuentan nuestros mayores que el reloj natural que tenían los comuneros, era la sombra del sol cuando pasaba frente a CARCAPATA, entonces paraban de trabajar, se sacudían los shucuys y las mantas y emprendían el retorno comentando las peripecias que les había tocado vivir, pero con la idea, de que algún día el agua llegaría a nuestro pueblo, todo estaría compensado y asi entonando algunas melodías llegaban al pueblo entre las 9 o 10 de la noche. Se dirigían cansados a sus modestos hogares, ya que al otro día muy de madrugada, empezarían una nueva jornada.
Que ilustres hombres, que hicieron de la perseverancia un sentimiento superior. Que amaron la dificultad, que se prepararon para el triunfo hasta la victoria final.
Ser descendientes de aquellos seres que todo lo dieron a cambio de nada, que cumplieron con su deber, en beneficio de las generaciones futuras, es un honor. De ahí nuestra responsabilidad de respetar sus memoria y su ejemplo; cuan grande seria nuestra tierra si emuláramos esa fe heroica, llena de esperanza y dignidad dejando atrás la envidia y practicando la solidaridad, entre unos días de sol y otros de lluvia.
Avanza la obra, la sed ya viene siendo aplacada con la vertiente del agua de LAGUASPAMPA. Ya se acerca el líquido vital, hacia las tierras sedientas de SANTA CRUZ, eso les daba mas fuerza y animo para seguir adelante.
Así termina el año de 1931 todos juntos anhelando la victoria.
El pueblo celebra el advenimiento de otro Año Nuevo, es un viernes primero de enero de 1932, el año desicivo. En el alma del pueblo, existe esa gran pasión anidada por años y que ahora resurge, porque se sabe dueño de su destino, gracias al heroico sacrificio de sus propios hijos. Como es de costumbre deben ser renovadas las autoridades y son los señores don JUAN PAEZ y don RUFINO HIGIDIO, egregias personalidades que toma a su mando la administración del pueblo y en especial de la obra de la canalización de la acequia. En memorables asambleas acuerdan ejecutar el empaste de las partes pedregosas de CALCHO CASASOLA, UMACHURCOJ, RANYAJ, UCRAY y MACON. Culminando con gran éxito hasta TOCANCA, ya los comuneros han adquirido experiencia, mas a esta suma la fuerza de voluntad, puntuales de un buen trabajo que facilita la dirección técnica. Se contrata al señor FELIPE POMA del pueblo de Pirca como maestro de obras. El mismo que contagiado por la emoción puso todo su esfuerzo, como corresponde a un buen vecino. Asi pasan los meses, hasta que la obra queda concluida hasta TOCANCA, quedando canalizado los tramos de CALCHO CASASOLA hasta TOCANCA, siendo un total de 7 Kilómetros. Posteriormente en una asamblea se acuerda la inaguracion de la acequia un día Jueves memorable del 8 de diciembre de 1932.
Muy de madrugada del 8 de diciembre, todos, grandes y chicos se dirigen a la punta de TOCANCA, para el acto cívico, el agua ya esta en ese sitio. A partir de las nueve y media de la mañana iban llegando nuestros comuneros, jóvenes y niños confundidos y amalgamados en una frenética emoción, el día se mostraba claro, las nubes se retiraban dando paso al claro azul del cielo, el Señor estaba con nosotros.
Alrededor de las diez de la mañana, los alguaciles anuncian la llegaba de las autoridades: señores JUAN PAEZ y don RUFINO HIGIDIO, acompañado del padrino de la obra el señor BENARDO FLORES, notable vecino del pueblo de SAN JOSE DE BAÑOS y de un sacerdote.
Alrededor de las once de la mañana se inicia la misa en TOCANCA, con gran emoción y recogimiento musitamos la oración dando gracias al Señor, hincados de rodillas con mucha humildad y en el alma sentíamos la paz y el deber cumplido. Los que vieron mis ojos mi corazón y mi mente no pueden callar porque hasta las piedras, testigos mudos serian elocuentes de tan magna acción cívica, que nuestro pueblo vivió ese día.
Día memorable lleno de jubilo, después de la misa alrededor de la una de la tarde, se declara inagurado la acequia con el nombre de “TOMA LA CONCEBIDA”, el pueblo prorrumpe en vivas, con gritos frenéticos de vencedor, los “guajis” característicos eran la nota musical, el religioso emocionado felicita a todos cuanto están a su alcance y por ultimo todos abrazados se felicitan algunos derramaban lagrimas, en fin era indescriptible el jolgorio, varones, mujeres, niños y ancianos, tocaban el agua incrédulos todavía, porque sabían la bondad los beneficios que traería. Se calma un poco la emoción, cuando anuncian las palabras de las autoridades del señor JUAN PAEZ y el señor RUFINO HIGIDIO, personajes de hondo significado de nuestro pueblo, entre las líneas de su verbo dejaron traslucir la grandeza de nuestros comuneros, que como simples peones, adquirieron la experiencia de los maestros de obra que no mezquinaron nada, dieron todo lo mejor con mucho cariño.
Como poder olvidar aquellos instantes, que eran premio al sacrificio, a la fe de un pueblo en su destino y al ejemplo que nos legaron. Mientras eso sucedía, una comisión de comuneros y señoras preparaban una exquisita pachamanca que fue ofrecida por el pueblo a todos los presentes entre brindis, hurras al pueblo de SANTA CRUZ, a las autoridades, al padrino y al sacerdote, termina la pachamanca y la tarde avanza entonces acuerdan utilizar la acequia antigua de TOCANCA, CASHI hasta SANTA CRUZ, retornando al pueblo, pero con el agua. Este fue el chispazo genial, todos se pusieron mano a la obra recorriendo y arreglando parte de la acequia para evitar la fuga y asi con el fervor indescriptible llevan el agua, como trofeos de haber vencido a la naturaleza. Serian alrededor de las 5 de la tarde, cuando ingresan al pueblo. Y ya con júbilo ven correr el agua por las calles, se había realizado un anhelo, sueño de una generación, incrédulos todavía algunos se sacaban los shucuy y descalzos (gallachaqui), bailaban sobre el agua, otros tomaban el agua con sus manos, llevándose al rostro y levantaban sus brazos al cielo gritando: ¡Gracias, Señor!
El agua estaba ya en la plaza formándose torbellinos que brillaban plateados con los últimos rayos de sol, las calles resecas, por efectos de largas sequías aplacaban su sed, los niños se echaban agua unos a otros y hasta los venerables ancianos olvidaron su achaque y frenéticos jugaron con el agua de sus ensueños.
Historiar este acto, queda corto, para poder interpretar la enorme dicha porque otros llegaron al delirio de la alegría de revolverse tirdos sobre el agua ¿Qué hacer?, ese pueblo sufrido tenia derecho a vivir lo que estaba aconteciendo, se reunieron haciendo una ronda, cantaban y bailaban sobre el agua había llegado la bendición “Agua Sagrada”, que corres por las calles de mi pueblo, mañana reverdecerás las sementeras y el panorama de mi SANTA CRUZ sera ubérrimo, un pedazo de cielo aquí en la tierra”.
La alegría fue grande, algunos retornaban ya a sus hogares. Serian eso de las once de la noche, cuando llega una infausta noticia, la muerte del señor MARCOS JACAY, hombre de lucha, que muchas veces desafió, a la muerte en las peñolerias de TOGRO y de CAYAMACHAY.
Hoy rendía tributo a la naturaleza, que injusto era el destino con el, muchos no se percataron.
El 9 de diciembre muy temprano se comunico a las autoridades y el pueblo se entero la tristeza cunde, todos se preguntan que paso, impotentes ante el cruel destino de aquel hombre que se entrego sus mejores momentos de su vida a la obra, ahora yacía inerte; que ironía, los hilos de la vida y de la muerte habian trazado la ruta inexorable, el pueblo entero lloro.
Quien iba a pensar que la pachamanca y la chicha ingeridos, el día de la inauguración, serian la causa fatal.
Pero aquí están las nuevas generaciones que necesitamos recordar la hazaña de aquellos hombres, que con el trabajo fértil de sus manos y la fuerza de su corazón vencieron toda dificultad, dejándonos el ejemplo y el camino trazado para conseguir el progreso de nuestra tierra.
Su cuerpo no se vera jamás, pero el recuerdo de su espíritu quedan grabadas en las grietas y el pasar por aquellos parajes, cuando vamos a revisar los destajos que nos toca, que maravillados quedamos, que dicha sentimos al presenciar la magnitud de la obra, ahí estará para siempre derramando la bendición del agua sagrada para nuestra tierra y el verdor de nuestro panorama, el perfume de las flores de mayo y el trinar de las avecillas, sera el eterno agradecimiento que brinda la naturaleza a sus criaturas predilectas.
Todo trabajo resulta eficaz cuando existe planificación, orden, disciplina y mucha acción y sobre todo tener la fe en un futuro que sera diferente por la acción de nosotros mismos, asi como nuestros mayores, ellos mismos fueron los protagonistas de la historia.
Termina esta historia elevándose hasta mi conciencia y ofrecer mi oración, gratitud, reconocimiento y mi homenaje para nuestros mayores, sera poco la prosapia de mis modestas líneas para cantar con libertad de conciencia, no por falta de cariño ni de facultades sino por la magnitud de la obra que dio vida, porque fue el bálsamo que mitigo la sed del dolor y pena para convertirla en un paisaje ubérrimo, fuente de vida.
Autor: Sr. Pedro Fernández Casasola (Q.E.P.D.)
Siempre recordaremos a los señores comuneros que ofrendaron su trabajo, en la construccion de canalización de la “TOMA LA CONCEBIDA”.
Fuente: www.santacruzdeandamarca.com
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