En el monasterio hay seis calles, un pasaje y una plaza, además de tres claustros.
Los nombres de las calles existentes en el monasterio son denominaciones relativamente modernas. Corresponden a una fecha alrededor de 1940, cuando el ex Rector de la Universidad Nacional de San Agustín, don Carlos Diego Gibson, visitó este monasterio con permiso especial. Él, en 1941, obtuvo las primeras fotografías del interior del cenobio, que a la postre determinó la declaración de Monumento Histórico que ostenta Santa Catalina.
El doctor Gibson, quien había visitado España, al recorrer las calles del monasterio las asoció con características de algunas ciudades hispanas exclamando: Esto se parece a Málaga ... esto a Sevilla ... esto a Granada ... y desde esa fecha las calles tienen nombres de ciudades españolas.
Sala Zurbarán
En este ambiente se puede apreciar fina vajilla de porcelana inglesa, de Flandes y Sevres, europea en general, que las religiosas trajeron para su uso personal, al momento de su ingreso.
En este ambiente también tenemos uno de los más bellos bargueños del monasterio. Es un mueble con muchos cajoncitos y un nicho es decir una especie de pequeña hornacina al centro del conjunto. El bargueño es un mueble del clásico español.
En el lugar central y más destacado del ambiente tenemos el cuadro del Arcángel San Miguel que se afirma fue pintado siguiendo los cánones del clérigo español Francisco de Zurbarán. Avala esta afirmación la disposición de los ojos, que dan la impresión de seguirnos hacia donde nos movilicemos, como consecuencia de haber sido pintado, el cuerpo, en posición de tres cuartos, es decir con un leve giro hacia un costado.
Francisco de Zurbarán (1598 - 1664), pintor de monjes y santos, trabajó a partir de 1645 casi exclusivamente para conventos de América Latina, razón por la que se lo recuerda en este ambiente.
Fuente: http://monasteriodesantacatalina.blogspot.com/2008/05/visita-guiada-al-monasterio-de-santa.html
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